14 feb 2011

Otro San Valentín

El tiempo es cruel. Pasan los días, los meses ... los años. Y va borrando los sueños, las esperanzas, la ilusión; como si todo esto fuera  una pintura sobre una pared y el tiempo fuera una lengua que va pasando sobre lo dibujado y se lo fuera llevando. El día que lo pinté en esa pared creí que permanecería por siempre; pero un día voy a verlo y veo que apenas queda nada. Los colores apenas se perciben, las palabras están entrecortadas; los dibujos imperceptibles. Y, al mirarlo, me pregunto ¿Qué queda de todo aquello?
Yo; quedo yo.
La misma mano que escribió esas palabras, el mismo corazón que tiñó de colores los dibujos, la misma esperanza que dibujó las ilusiones, puede volver a hacerlo.

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