23 may 2011

Elecciones

¿Y tú qué has hecho? ¿Has ido a votar?
Yo sí. Hace varias convocatorias que no lo hacía; no sé si fruto del hastío o de la pereza; pero esta vez he ido y he votado.
Mi opción ha sido salir del bipartidismo, detener esa situación pendular que nos lleva invariablemente de un lado a otro pareciendo que olvidamos otras posibilidades; como si no existieran.
No sé la repercusión que pueda tener todo lo que ha sucedido a partir de las manifestaciones de Sol, pero a mí me ha servido para ver que los que pensamos/piensan que esto no está bien montado no somos/son tan pocos; que por suerte son muchos los raritos y que la voluntad de cambio es pacifica.
Curiosamente, lo que más parece demostrar todo esto, es que la gente tiene una capacidad de unirse desde la nada, de implicarse voluntariamente, de organizarse, de convocar, de manifestarse, de responder, mucho más intensa desde el pueblo que desde los partidos. Y lo que más me ha gustado es la pluralidad de posiciones.
Una verdadera manifestación popular de verdadera democracia; capaz de consensuar las distintas opiniones personales en una unidad de criterio que aboga por el bienestar de todos construido entre todos.
¿No es eso lo que debería estar haciéndose en los estamentos gubernamentales? ¿Qué sistema de gobierno tenemos que permite que los intereses de grupos políticos esté por encima de los intereses de la población gobernada?
¿No era esa la forma de gobierno de los reyes, los señores feudales, las dictaduras? ¿En qué hemos avanzado o evolucionado si sigue sucediendo lo mismo que hace mil años?
A mí me han abierto los ojos mis hijos; ha sido su interés por averiguar qué pasaba, su explicación, su implicación, los que me han hecho comprender qué pasaba y ponerme ante mis propias preguntas obligándome a responderme. Y la respuesta ha sido contundente: Siempre se puede cambiar lo que no está bien. Solo hace falta estar dispuesto a promover ese cambio.
Esta es una de esas conversaciones en las que nos habríamos explayado largamente y estoy convencida de que habría aprendido mucho contigo porque siempre ha sido mucho lo que tú has podido decir.
Bueno, al fin y al cabo, solo es cuestión de emplazarla al momento en que sea posible tenerla.
Y ahora me voy a la cama; hace rato que tengo sueño pero he estado aguantando mientras leía cosa por las redes.
Me gusta que las últimas palabras del día sean para ti. O las primeras.
Buenas noches, chico guapo.

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