8 feb 2011

La desubicación

Hay veces, días, momentos, en los que me quedo quieta, mirando a la nada, con tiempo para hacer algo y sin saber qué hacer, hacia donde dirigir mi atención. Hay mucho por hacer, mucho por escribir, pero la musa no está; mi oído interno no oye sus dulces palabras, no siente la brisa que mueve su voz.
Miro hacia todas partes, la busco dentro y fuera de mí; pero no está. Y. si estuviera, aún sería peor, porque eso significaría que no soy capaz de sentirla. Resulta triste, esteril.
Entonces recuerdo algo que ya aprendí: TODO ESTÁ SIEMPRE COMO DEBE ESTAR. Solo es que estoy desubicada, fuera del estado en que se puede producir el encuentro, el momento. La verdadera desubicaión personal no es sentir que no encajas en ningún sitio o que nada a tu alrededor resulta interesante. la verdadera desubicación es un estado interno que bien puede estar producido porque algo está cambiando dentro y necesita su tiempo para asentarse y poder manifestarse. Ubicarse de nuevo es no precipitar nada, dejar que todo fluya y pueda mostrar lo que estaba sucediendo. Entonces podré verlo bien, comprenderé esa ausencia y me reiré de mi ansiedad. En los momentos de caos es cuando más sereno hay que estar.

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