3 abr 2011

¿Donde están las horas
felizmente robadas al sueño?
Aquellas benditas horas
en las que mi alma salía a tu encuentro.

¿Donde los más ansiados minutos
que mi corazón anhelaba
durante las horas previas del día?
En ese tiempo muerto en que mi alma dormía.

Pequeñas horas de dulce complicidad
que aprovechaban el momento
en que todos los demás se retiraban 
a descansar sus cansados sueños
haciendo, con sus ausencias,
el eco en que tus palabras acariciaban mis dedos.

Tiempo de ardiente ilusión
en que recuperaba la intimidad
robando horas al sueño.

¿En que lugar de mi vida ,
en que inesperado rincón del tiempo,
quedó secuestrada la ilusión
con que se vestía mi sueño?


La tengo guardada en un pliegue de mi alma;
la tengo amagada, esperando, 
celosa de tu mirada,
temerosa, expectante; 
añorando las mañanas 
en que nos descubría el alba
atravesando motañas, torres de palabras;
cruzando valles de sueños,
bañándonos en ríos de plata,
surcando mares amigos
en los que los delfines hablan; 
volando en melodias de risas
pintadas de infantil carcajada.

Creyendo que, para soñar, 
hay que cerrar los ojos, 
quedarse dormida, acostar al alma,
perdí la alegría de vivir.
Que el más grande sueño 
se vive en la consciente vigilia.
Cuando, robando horas al sueño,
en la quietud de la vida,
acudo al encuentro del amor 
y viajo conmigo misma.

Compañera de mil viajes,
cómplice de mis fantasias,
¿En qué rincón de la vida,
en que fisura del tiempo,
perdí tu fiel compañía?
  
¿Donde están los días que pasaste junto a mí?
¿Donde están los sueños que he tejido para ti?
¿Donde están tus besos?
¿Donde tus anhelos?

¿Donde están las horas que al sueño le robé?
¿Donde está la esperanza de volverte a ver?
¿Quien está contigo?
¿Quien es tu delirio?

Guardaré.
Las auroras que no pudimos contemplar.
Olividaré.
Las noches sin estrellas junto al mar.
Hoy miro hacia dentro y encuentro tu recuerdo.
Me dejaste separada de tu amor.

Esperaré
un viento que me empuje a caminar.
Andaré.
Por sendas y caminos sin trazar.
Con todas tus caricias,
con sueños y con risas,
con recuerdos que nunca he de olvidar.

Miraré.
Los ojos que me han visto renacer.
Cogeré.
Palabras que traerá el amanecer.
Tómame en tus brazos,
llévame volando,
que al cielo de tu amor quiero llegar.

En esas ansiadas horas
en las que todos dormitan...
En estas pequeñas horas,
es cuando más viva estás, vida mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario